En todo este tiempo que llevo relacionado con el mundo de las calabazas cada vez voy descubriendo mas variedades de calabaza, cada cual más curiosa que otra.
Como muchos que me seguís ya sabréis, utilizo una variedad bastante conocida como es la calabaza del peregrino para hacer artesanía. Ya que se trata de una calabaza que se queda dura como la madera una vez seca, la utilizo para hacer lámparas artesanales, haciendo unos diseños sobre ellas que más adelante tallo. Podéis ver las lámparas que hago en kuialamparas.es
Pero hoy vengo a hablaros sobre otra variedad de cucurbitácea que es la Luffa. Más conocido como estropajos o esponjas. Esta curiosa calabaza se recoge en otoño como la mayoría de las calabazas.
Son muy fáciles de secar, si las pones en un sitio seco y aireado se secaran en un par de meses y estarán listas para sacar la esponja que llevan dentro.
La esponja en realidad son las propias fibras del interior de la calabaza, que cuando se seca se quedan duras y son muy útiles como estropajo o esponja.
Para sacar la esponja únicamente hay que ir a pretando la calabaza con cuidado para que la piel exterior (seca y frágil) se vaya rompiendo y puedas acceder al interior de la calabaza.
Una vez tienes las fibras sin la pie debes de sacar las semillas del interior, para aprovecharlas para el año que viene. Y después de eso meterlas en agua una hora más o menos para que se limpien del todo.
La esponja queda muy bonita ya que adquiere la forma alargada de la calabaza. A mi particularmente me gusta dejarla tal cual, pero hay gente que las corta con tijeras para hacer cachos más pequeños que utilizan tanto como esponja para el aseo, como para estropajo para limpiar los platos.
Espero que os haya resultado interesante el articulo y cualquier aclaración o comentario estáis todos invitados a ello.
Un saludo.